EL MAÑANA, GEROA, TOMORROW, L'AVENIR

20 de febrero de 2018

EL MAÑANA




Sacudió sus ramas. La nieve que durante semanas se había instalado sobre él empezaba a fundirse. En hilos finos, se deslizaba por su tronco, cosquilleándole la corteza y filtrándose en la tierra, humedeciendo sus raíces.
Al ser uno de los más jóvenes abetos aún se emocionaban cuando al alba asomaban en el horizonte los pálidos rayos de sol.
A la llegada del pleno día, en el monte se veían enormes, infinitos claros y diseminado, algún que otro abeto alto, fornido, de poderosas ramas. Eran los ancianos del lugar. Estos vigilan y cuidan de los más jóvenes.
Alguna vez, al anochecer, cuando sólo el viento silba entre las ramas y aves nocturnas dejan oír su voz, los más viejos del bosque cuentan que antaño el monte estaba tan poblado que se necesitaba, con suerte, varios días para recorrerlo. Todos les escuchaban con reverencia.
Hubo un tiempo en que sucesivos incendios y sequías perennes estuvieron a punto de hacerlos desaparecer del todo.
Cientos de años atrás, un cambio en el comportamiento del clima, provocado según decían, por los humanos, desató los elementos que actuaron de forma violenta e implacable; tanto, que casi borraron la vida en el mundo. Los humanos se unieron por y para la supervivencia del planeta. Largo tiempo después de sufrimientos, inteligencia y tesón lo lograron. La vida, recalcitrante, se abría paso de nuevo en la naturaleza.
Vosotros, les decían los ancianos, sois “el mañana” por el que los hombres tanto lucharon.

J. V. Creación Literaria

No hay comentarios:

Publicar un comentario