Soy una chica delgada, bastante alta, con el pelo rubio, rizado y abundante.
Recuerdo que de niña tuve una experiencia desagradable, tuvo que ver con un pájaro que se posaba en mi cabeza y se quedaba allí aunque yo me moviera y chillara. Cuando salía de casa allí estaba él esperándome. Venía, se posaba en mi cabeza y no se iba hasta que se aburría de mis saltos, gritos y todo tipo de bruscas actividades.
¿Dónde estará ahora? Lo echo de menos ¿Si me viera…?
Como he dicho, ya no hay árboles en mi pueblo y los pájaros casi han desaparecido, no tienen donde hacer sus nidos y yo recordando mi niñez he decidido ayudarlos. En mi cabeza, enmarañado en mi rubio, rizado y abundante pelo, llevo desde hace unos días un bonito nido con tres pajaritos dentro.
B.A. Creación Literaria
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