EL MAÑANA, GEROA, TOMORROW, L'AVENIR

27 de marzo de 2018

Año 2.103

Han pasado décadas desde el gran declive, fechado entre el 2.031 (año del deshielo total) y el 2.045 (año en el que las últimas naciones de Asia desaparecen a causa del calor).

Si bien la población humana aún existe no es ni el 1% de lo que fue, se estima que quedan unas 15.000 personas habitando las zonas del nuevo trópico, Groenlandia ahora descongelada y con un clima similar al de la vieja Europa.

Estos últimos reductos de humanidad viven cada vez una vida más tribal y algunos incluso animal.

Las ciudades sumergidas son ahora los mayores restos de humanidad. Eran ciudades costeras con grandes edificios que sobresalen ahora del mar que las inundo. Esas enormes islas de cemento albergan ahora pequeñas tribus de pescadores que sobreviven como pueden bajo condiciones extremas de hasta 45 grados en verano y lluvias torrenciales tan potentes que pueden matar a los despistados que no encuentren el resguardo del cemento a tiempo.

La natalidad es baja pero algunos aseguran que en la prehistoria las condiciones eran similares y progresamos. También llegan rumores desde las poblaciones más cercanas a los grandes desiertos, de un pueblo de mutantes altos y de piel con costras, capaces de aguantar sin problemas las temperaturas de hasta 90 grados de las zonas más ecuatoriales del globo.

En cuanto a los animales, se están adaptando rápido, nuevas especies y subespecies aparecen cada pocos años, y por primera vez en milenios hacen una competencia muy directa a los humanos. Algunos incluso se han puesto por delante. Como los conocidos coloquialmente como reptiles híbridos, descendientes de los dragones de cómodo, con un cuerpo similar, pero triplicando en tamaño a los del viejo mundo. Sus mayores ventajas son la tremenda movilidad tanto en agua como en tierra gracias a unas nuevas patas más largas y musculosas, también poseen una piel con costras capaces de resistir las terribles lluvias. Todo esto acompañado de una inteligencia nunca antes vista en ningún reptil contemporáneo de los hombres. Son la principal causa de muertes de niños en las ciudades inundadas, por encima de la lluvia y las reyertas tribales.

En cuanto al mundo vegetal no ha cambiado demasiado, los mayores cambios son la mutación en plantas acuáticas de muchos vegetales terrestres actuales. Y por supuesto la aparición de las plantas nadadoras, un nuevo tipo de vegetal capaz de mover sus raíces como flagelos y moverse a su gusto por el agua.

Sobre esta última se rumorea que es producto de la evolución forzada. Una historia popular narra cómo durante el gran declive los científicos intentaron crear formas de acelerar la evolución en el hombre, para adaptarlo a las nuevas condiciones que pronto llegarían, pero que realmente solo consiguieron crear bestias que hacen la vida imposible a los últimos humanos.

Esta historia y otras muchas que colocan a los científicos como creadores de todos los inventos que trajeron el fin del viejo mundo dejan a estos estudiosos de épocas pasadas en muy mal lugar. En esta época suelen ser utilizados como villanos de las historias populares de las nuevas sociedades tribales y se han convertido en poco más que insultos o palabras malsonantes e incluso temidas.

El futuro de la especie es incierto, lo único seguro es que el viejo mundo, con sus leyes y comodidades jamás regresará.


                                                                                      Lander Pascual
                                                                                      G-III 1B

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